Blacks Gaea, la madre de «La Razón»

Publicado originalmente en: Salto al Reverso.

BlacksGaea
Jenny y las jóvenes contemplan el mapa de Blacks Gaea.

-Nombre de la misión: «Ángel 01»

-Comandante: Dark Warrior Jacob Dragonheart

-Objetivos:

  1. Encontrar un guerrero(a) especializado para usar El Pentagrama.
  2. Llevar al guerrero elegido al corazón de Blacks Gaea para obtener El Pentagrama.
  3. Volver a Córdoba y enviar al guerrero elegido con El Pentagrama para iniciar con la fase dos de la misión: «Ángel 02».

***

El viejo y experimentado Jacob ya iba por el segundo objetivo de la misión. El guerrero a quien había elegido era Jenny Pascal, una guerrera elemental del agua que estaba entrenando en las artes de la luz muy cerca de Córdoba.

Llegaron a Blacks Gaea mediante el portal de Jacob, y para llegar al corazón de la tierra tenían que viajar mucho en dirección al oeste, pues llegar allí no era nada fácil. Caminaron muchos días y pasaron por muchos pueblos y también por muchos obstáculos en cada desierto que cruzaban, pero gracias a la escolta de Jacob, no tuvieron problemas para pasar. Finalmente, cuando ya tenían la entrada al corazón de Blacks Gaea a la vista, solo quedaba un reino por atravesar.

Ese día empezó a llover, y al pisar la tierra que se veia árida y desértica, se descubría una tierra negra y humífera.

Al atravesar el reino se encontraron con unos sacerdotes que iban escoltados por una compañía de al menos 100 soldados armados con nada más que alabardas, sin escudos.

Cuando vieron a Jenny y a Jacob, los sacerdotes rápidamente pidieron al capitán que detuviera a todos, y este así lo hizo. Luego, la sacerdotisa mayor le pidió al capitán que recibiera a Jacob y le pidiera permiso para que ella pudiera hablar con él. El capitán se acomidió ante la solicitud, corrió hacia Jacob y se puso en posición de firmes con el respectivo saludo militar:

—¡Buenas tardes, comandante! Capitán Kirchhoff a sus órdenes, puedo preguntar, ¿a qué se debe su grata visita?

—Buenas tardes, Capitán —contestó Jacob amablemente—. Estoy en una misión especial, sólo eso puedo informarle.

—Entiendo —asintió el capitán—. Señor —repuso—, la sacerdotisa mayor solicita que los recibamos a usted y a su acompañante. Dicen que necesitan hablar con ustedes.

—Aceptaremos su hospitalidad, pero por ahora no tenemos nada que hacer con nadie de este pueblo —insistió Jacob, cambiando la mirada de amable a una fija hacia el grupo de sacerdotes.

Jenny se quedó perpleja y, para esto, la sacerdotisa ya había avanzado hacia ellos.

—Usted debe ser el Gran Jacob Dragonheart del que hablan las leyendas —dijo la sacerdotisa con un tono muy amable—, héroe de guerras y vencedor de grandes bestias, lo admiramos. Pero con todo respeto debo advertirle que su tiempo aquí debe ser corto, deben marcharse en cuanto antes.

—¿Pero qué? ¡¿Por qué?! —exclamó Jacob, enojado.

—Venga, vamos al templo y le explico con toda calma —le respondió la sacerdotisa mientras le tomaba la mano al viejo cascarrabias de Jacob tratando de calmarlo—. ¡Está lloviendo como nunca!, eso es bueno para la tierra, pero nosotros ya no queremos seguirnos mojando —finalizó.

En cuanto la sacerdotisa mencionó lo de la lluvia, la cara de Jacob cambió de inmediato. Entonces le pidió que se apresurara y que lo que tenía que explicarle se lo explicara rápido y en privado. Y así fue; llegaron al templo, los recibieron con mucha hospitalidad y uno de los clérigos guió a la sacerdotisa y a Jacob a una sala privada.

Mientras Jacob y la sacerdotisa hablaban en privado, Jenny era atendida por las jóvenes del templo. Todas ellas la miraban con mucha atención, sus caras eran como de encanto y sorpresa al mismo tiempo.

Jenny conversaba con algunas de ellas sobre el templo, lo que estudiaban y en pocos minutos se empezaron a conocer. En eso, un grupo de ellas comentaba algo aparte:

—Dile tú.

—Nooo ¡Tú!

—No, yo no.

—Ay no, me pongo nerviosa…

—Tú, Laria, tú eres la más inteligente.

—¡Ay ya! Yo le digo. —Se levantó Laria.

Entonces Laria se acercó a Jenny y le preguntó:

—¿Sabes? Hay algo que aún no te hemos dicho, pensé que sólo era yo, pero todas pensamos lo mismo… por eso es que nos veías cuchichear a ratos.

—¿Y era sobre mí? —inquirió Jenny.

—Sí, pero nada malo, no te preocupes, es solo que nos ponemos nerviosas porque no eres de aquí y no sabemos cómo lo tomes… lo que pensamos de ti.

—¡Dícelo, dícelo ya! —exclamó una de ellas mientras se amontonaban y se sentaban en la alfombra alrededor de Jenny.

—¡Bueno ya! —dijo la atrevida Laria—. Es que nos sorprende que una guerrera tenga ese espíritu tan apacible, y tu armadura nos recuerda a la diosa Blacks Gaea de la que hablan nuestros libros…

Entonces las jóvenes le contaron sobre el nacimiento de Blacks Gaea, su tierra madre.

—Cuentan las antiguas leyendas que la diosa madre creó la tierra y luego descansó en su corazón: el corazón de Blacks Gaea, ¡a donde ustedes van! —dijo Laria emocionada—. Y muchos años después, encarnó en una mujer valiente y de gran carácter, de brazos fuertes y caderas anchas. Y su nombre fue Eamy Blacksmith…

—¿O sea que Blacksmith es un apellido? —interrumpió Jenny.

—Sí, claro que sí —le contestó la joven.

—¿Y ustedes creen que yo soy esa Eamy? —preguntó Jenny.

—No precisamente, quizás eres su hija, su elegida. Dime, ¡viniste aquí elegida por Jacob! ¿Cuál es tu misión?

—No puedo decirlo, es secreto. —Se encogió Jenny.

—Mmm… —pensó Laria.

—¿Vienes para pelear al lado de Jacob y los otros guerreros legendarios por el control de todos los reinos? —preguntó otra de las jóvenes—. Porque las profecías dicen que a cambio de un guerrero elegido, vendrá de otro mundo una gran guerrera con poder y gran gloria y vencerá a todos los guerreros legendarios y tomará el control de todos los reinos de Blacks Gaea a conforme lo haga el guerrero elegido en otros mundos.

—¡No seas morbosa! —le interrumpió Laria.

—¡No! Sí es cierto, porque decían que llovería por fin en estos desiertos. —corroboró otra.

—Pero esas eran las profecías del Rey Edipo de Solaris, que fue asesinado por el mismísimo Jacob que habla ahora con nuestra matriarca —aclaró Laria—. ¡Te falta leer más, querida…! ¡Ah sí! Eso me faltaba contarte, pero estas me interrumpieron. Luego de que la diosa encarnara, la tierra empezó a generar fenómenos sin orden y sin sentido, entonces la diosa puso sus puños en la tierra y dio a luz un hijo que en el idioma primitivo se pronuncia Balzak o Balsac… ¡como sea! y significa «La Razón» o el razonamiento, y gracias a él hubo orden en estas tierras, se formaron reinos y hubo paz, se estructuró una jerarquía de régimen militar y él fue el primer General. Y al mismo tiempo otras leyendas decían que Balzak tendría una hermana, porque haría falta equilibrio; pero nunca se supo nada de ella… y pues, lo que pensábamos todas, a excepción de esta morbosa, es que tu serías esa hermana perdida que aparecería.

Y todas empezaron a hablar:

—Yo leí que habría un gran terremoto… pero no ha pasado nada…

—Creo que por eso mismo la matriarca quiere que se marchen.

—Dicen que Jacob es el hermano gemelo de Balzak.

—No, Jenny sería su hermana.

—¡No!, Jenny debería ser la elegida, ¡se ve muy fuerte!

—Sí, porque Jacob es un viajero del tiempo… Porque… porque mató al Rey Edipo y también ganó muchas guerras antes de que naciera Balzak.

—Otros dicen que Jacob es un demonio…

—¡¡¡Ya bastaaa!!! —exclamó Jenny levantándose—. Menos mal que no estaré por mucho tiempo aquí, buscaré a Jacob y le pediré que me saque de aquí en cuanto antes. ¡Y si es que se puede, solo tomaré El Pentagrama, me iré y no pasará nada!

—¿El Pentagrama? ¿Vienes por un pentagrama? —le preguntó Laria mientras que un súbito silencio inundó toda la sala.

—Ups… —dijo Jenny, encogiéndose de hombros.

—Aaahhh… con razón que vienes escoltada por Jacob… si no no sería tan sencillo tomar uno de los tesoros del corazón de Blacks Gaea. ¡Ahora todo tiene sentido! —exclamó Laria con ese brillo en los ojos que le salta a alguien cuando termina un rompecabezas.

—Si tan solo nos hubieras dicho eso desde el principio… ¡y no nos hubieras hecho especular tanto! —mencionó otra, tratando de aguantarse la risa—. Ja, ja, ja.

—Esos pentagramas suelen ser muy poderosos, pero en las manos correctas; pues alguien como Jacob no podría hacer nada con ellos. Ahora vemos por qué te eligieron, tú eres el elemento perfecto para ese tipo de armas —dijo Laria a Jenny, mientras se ajustaba los anteojos con el dedo índice.

—Bueno, espero que estén contentas de saber por qué estoy aquí —finalizó Jenny, retirándose de la habitación en busca de Jacob.

—Espera, quieras o no, una de nosotras debe escoltarte, es nuestro deber serviros —replicó Laria, levantándose y tomando distancia a lado de Jenny.

—Gracias —dijo Jenny, aceptando los servicios de la joven.

Mientras se iban a buscar a Jacob a la otra sala, Laria miraba con mucha atención a Jenny y pensaba: «¡Esta es una guerrera muy fuerte! Me pregunto por qué no será la elegida, o por qué viene a una misión tan simple como tomar un Pentagrama con la escolta de Jacob. Voy a terminar mis estudios aquí y me enlistaré para ser una de las guerreras más fuertes… ¡Seré más fuerte que Angeline! ¡Y más fiera que Jacob! Quizás llegue a ser la guerrera elegida, o quizás la guardiana que enfrente a una elegida. ¡Quiero ser eso que de equilibrio a «La Razón» de Blacks Gaea…! No sé realmente a dónde me lleven las oportunidades, pero quiero estar entre los mejores y ¡mi esfuerzo me llevará muy lejos! Quiero ser elegida por el espíritu de Blacks Gaea… quiero poner equilibrio a su «Razón». Quiero reinar o ayudar a reinar esta tierra, ¡quiero poner a prueba a guerreras fuertes como esta!».

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10 respuestas a “Blacks Gaea, la madre de «La Razón»

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